mi segunda vez en katxi, y esta vez superó todas mis expectativas. el ambiente es acogedor y la atención de miryam fue increíble, haciéndonos sentir como en casa. la habitación era amplia y muy cómoda, perfecta para relajarse después de un día explorando.

falta un poco de espacio de aparcamiento.

El hotel Katxi es una joya, pero no esperen atención especial. La habitación era cómoda, claro, pero el parking se comparte con el restaurante, lo que dificulta las cosas. Además, realmente esperaba un gesto de cortesía por la confusión en la reservación, pero parece que eso es pedir demasiado.

una perfecta base para explorar la cultura vasca a pie

Además de su inmejorable situación, este lugar es una auténtica joya donde el trato ha sido increíble. pudimos visitar la Iglesia Santa María y el Museo Euskal Herria, que están a menos de 30 minutos en coche, lo que hizo que nuestras exploraciones fueran muy cómodas y agradables.

La amabilidad de Miryam es única.

Directo al grano, sin tonterías

Un pequeño hotel con encanto, donde la atención es excepcional. Myriam, la anfitriona, nos brindó recomendaciones valiosas y una cálida acogida. Las habitaciones son amplias y muy limpias, con camas cómodas que aseguran un buen descanso. Desayunamos por un módico precio y disfrutamos de productos de calidad. Sin duda, una experiencia inolvidable.

La atención de Miriam fue excepcional. siempre interesándose por nuestras actividades y ofreciendo recomendaciones personalizadas, además de acompañarnos a la habitación y hacernos sentir muy bienvenidos.

El bar-restaurante al lado del hotel es bastante caro, y nos sorprendió lo elevado del precio de los desayunos y comidas.

El Hotel Katxi tiene un ambiente único. Me encantó la atención de Miriam. siempre estaba pendiente de nosotros. Nos llenó de recomendaciones sobre lugares que visitar. La habitación era amplia, muy limpia y con una cama enorme. Dormí como un bebé. El desayuno que ofreció, a buen precio, estuvo delicioso, con café y pastas. La única pega fue que el bar-restaurante al lado resulta caro. Nos dolió pagar 15 euros por un par de cafés y bocatas. está un poco alejado de núcleos urbanos, así que se necesita coche para moverse. A veces el aparcamiento se comparte con el restaurante, lo que puede complicarse. Sin embargo, volvería sin dudarlo.

El lugar tiene un ambiente acogedor, perfecto para disfrutar de una escapada tranquila. La cama en la habitación era extremadamente cómoda, ideal para recargar energías después de un día explorando los alrededores.

El hotel está un poco alejado de los núcleos urbanos, por lo que tener coche es esencial para moverse. Además, el parking se comparte con el restaurante, lo que puede significar un desafío si el espacio es limitado. sería útil que reservaran algunas plazas específicas para los huéspedes del hotel.

Qué maravilla de estancia! Las frutas tropicales en rodajas del desayuno fueron un deleite para el paladar, ¡me quedé con ganas de más! Además, las habitaciones son súper cómodas, con un colchón que te abraza y un espacio que invita a relajarse. Y la atención de Miriam, es como estar en casa, me sentí como parte de la familia.

La única crítica sería que reservamos un poco a último momento y nos salió un poquito caro, pero con todo lo demás brillando, es un pequeño precio a pagar por una experiencia tan increíble.

Me alojé en el Hotel Katxi y la experiencia fue excepcional. La habitación era amplia y bien decorada. Destaco especialmente la atención de Miriam, siempre atenta a las necesidades. Aunque el restaurante al lado tiene precios altos, la calidad es notable. Sin duda, ¡volveré pronto!

La habitación era espaciosa y muy cómoda, pero el parking puede ser un problema.